Yo los conozco y puede que tu también, son
raros, se levantan muy temprano en la mañana y parecen hacer todo lo posible
para ganarle al sol, otros se insolan al medio día o luchan por que no los
atropelle un camión por la noche. Escuchan música que acompaña el ritmo de sus
piernas, música que los inspira para
llegar más lejos, escuchan los sonidos de la naturaleza, los latidos de su
propio corazón. Se inscriben en todas las carreras, pero no ganan ninguna,
empiezan a correrla desde la noche anterior, sueñan que trotan y a la mañana se
levantan como niños ilusionados en Navidad. Disfrutan cuando pasan a otro corredor
pero lo alientan, le dicen que falta poco, que no afloje.
Ellos parecen disfrutar cada paso que dan,
cada minuto, cada kilómetro recorrido es un logro, pero ¿qué pasa con los
familiares de estos “locos”? Una característica de los corredores es su alta
exigencia en todos los aspectos de su vida diaria, desde sus entrenamientos,
hasta la dieta. ¿De verdad puede una persona normal convivir con un corredor sin salir “mal parado”?
Para todos los runners cada carrera es
distinta, puede ser la veintéava vez que corren esa ruta, sin embargo el
sentimiento al cruzar la salida es diferente en cada uno de los eventos, pero
para la familia que los acompaña esto no es igual, ahí están, siempre, entre
una hora -hora y media esperando a su corredor, bajo el sol, la lluvía o el
frío, algunos llevan pancartas, otros maracas o silbatos para que al ver pasar
a su runner lo animen como si de un
deportista olímpico se tratase.
“Llevar zapatos cómodos pues estamos buenos ratos de pie o caminando. También es bueno procurar localizar un sitio
para entrar a tomar cafecito o jugo mientras esperamos. Siempre es útil una
cámara al final para fotografiar al desgastado runner.” dice Margarita, madre de tres corredoras de fin de semana,
“se inscriben a todas las carreras que pueden, incluso si hay, cada ocho días
lo hacen, para desanimarlas yo les he dicho que ni los caballos corren cada
ocho días pero ellas muy contentas me afirman “má, que bueno que no somos
caballos.”
Dicen que los runners son los clientes más
exigentes pero también son los parientes más insoportables, “Se vuelven muy
quisquillosos en temas de alimentación, entrenamiento, etc. Antes de una
carrera es imposible que te acompañen a alguna reunión o algún espectáculo que
termine después de la hora que ellos determinan, tampoco accederán a comer algo
que no sea lo que mejor les parece para su desempeño al correr…”
También una de las mayores ilusiones de los
familiares es ver pasar a sus corredores sin embargo se vuelve muy difícil por
la cantidad de gente que asiste a estos eventos, si van a acompañar a alguien a
alguna carrera tal vez quieran tomar en cuenta los siguientes consejos:
·
Dile a tu corredor que use algo
llamativo, en muchas de las carreras temáticas, los participantes suelen
disfrazarse para hacer más divertida la travesía, sin embargo esto también
facilita a la familia el encontrarlos durante la ruta y tomar fotos.
·
“Era su primer maratón en
Chicago, y en base a su tiempo por
kilómetro pude calcular en el mapa por donde iba a pasar para tomarle fotos…es
un poco complicado pero se puede. Todo está en saber su velocidad.” Contó Arturo,
esposo de Andrea, corredora desde hace ya algunos años, este método también es
muy útil para seguir a estos “locos que corren”.
·
Pide a tu runner que se pegue a algún lado de
la acera en algún punto, esto te ayudará
a ubicarlo y echarle porras en el momento adecuado.
·
Algo que nunca falla es el no poder encontrarse
después de la carrera, si ponen como punto de reunión la meta podría funcionar,
sin embargo muchos lo hacen, así que hay muchísima gente ahí reunida, lo mejor
es que tengan un punto de referencia cercano y que no esté tan lleno, los
restaurantes, cafés o bancos funcionan muy bien.
Estos puntos son muy importantes para los
días de carrera, pero ¿qué hacer en los días de entrenamiento?
·
Los días de entrenamiento son
más fáciles pero más pesados, no suele haber lugares a donde irse a pasear y el
único entretenimiento puede ser el estéreo del auto, pero si disfrutas de la
lectura, un buen libro puede hacer más amena la espera.
·
Lleva agua, los corredores
terminan cansados y muy sedientos, un poco de agua siempre los pone de buen
humor.
Estos consejos pueden ser de utilidad si
son bien aplicados, tener un corredor en casa es una experiencia realmente
divertida, la familia del corredor es vital para cada individuo, sin una
familia que esté ahí para apoyar no habría runners ahí para correr.
No hay comentarios:
Publicar un comentario