martes, 5 de junio de 2012

Un runner en casa y sin morir en el intento....










Yo los conozco y puede que tu también, son raros, se levantan muy temprano en la mañana y parecen hacer todo lo posible para ganarle al sol, otros se insolan al medio día o luchan por que no los atropelle un camión por la noche. Escuchan música que acompaña el ritmo de sus piernas,  música que los inspira para llegar más lejos, escuchan los sonidos de la naturaleza, los latidos de su propio corazón. Se inscriben en todas las carreras, pero no ganan ninguna, empiezan a correrla desde la noche anterior, sueñan que trotan y a la mañana se levantan como niños ilusionados en Navidad. Disfrutan cuando pasan a otro corredor pero lo alientan, le dicen que falta poco, que no afloje.
Ellos parecen disfrutar cada paso que dan, cada minuto, cada kilómetro recorrido es un logro, pero ¿qué pasa con los familiares de estos “locos”? Una característica de los corredores es su alta exigencia en todos los aspectos de su vida diaria, desde sus entrenamientos, hasta la dieta. ¿De verdad puede una persona normal convivir con un corredor sin salir “mal parado”?

Para todos los runners cada carrera es distinta, puede ser la veintéava vez que corren esa ruta, sin embargo el sentimiento al cruzar la salida es diferente en cada uno de los eventos, pero para la familia que los acompaña esto no es igual, ahí están, siempre, entre una hora -hora y media esperando a su corredor, bajo el sol, la lluvía o el frío, algunos llevan pancartas, otros maracas o silbatos para que al ver pasar a su runner lo animen como si de un deportista olímpico se tratase.



“Llevar zapatos cómodos pues  estamos buenos ratos de pie o caminando.  También es bueno procurar localizar un sitio para entrar a tomar cafecito o jugo mientras esperamos. Siempre es útil una cámara al final para fotografiar al desgastado runner.” dice Margarita, madre de tres corredoras de fin de semana, “se inscriben a todas las carreras que pueden, incluso si hay, cada ocho días lo hacen, para desanimarlas yo les he dicho que ni los caballos corren cada ocho días pero ellas muy contentas me afirman “má, que bueno que no somos caballos.”

Dicen que los runners son los clientes más exigentes pero también son los parientes más insoportables, “Se vuelven muy quisquillosos en temas de alimentación, entrenamiento, etc. Antes de una carrera es imposible que te acompañen a alguna reunión o algún espectáculo que termine después de la hora que ellos determinan, tampoco accederán a comer algo que no sea lo que mejor les parece para su desempeño al correr…”
También una de las mayores ilusiones de los familiares es ver pasar a sus corredores sin embargo se vuelve muy difícil por la cantidad de gente que asiste a estos eventos, si van a acompañar a alguien a alguna carrera tal vez quieran tomar en cuenta los siguientes consejos:

·       Dile a tu corredor que use algo llamativo, en muchas de las carreras temáticas, los participantes suelen disfrazarse para hacer más divertida la travesía, sin embargo esto también facilita a la familia el encontrarlos durante la ruta y tomar fotos.

·       “Era su primer maratón en Chicago, y  en base a su tiempo por kilómetro pude calcular en el mapa por donde iba a pasar para tomarle fotos…es un poco complicado pero se puede. Todo está en saber su velocidad.” Contó Arturo, esposo de Andrea, corredora desde hace ya algunos años, este método también es muy útil para seguir a estos “locos que corren”.

·        Pide a tu runner que se pegue a algún lado de la acera en algún punto, esto  te ayudará a ubicarlo y echarle porras en el momento adecuado.

·       Algo que  nunca falla es el no poder encontrarse después de la carrera, si ponen como punto de reunión la meta podría funcionar, sin embargo muchos lo hacen, así que hay muchísima gente ahí reunida, lo mejor es que tengan un punto de referencia cercano y que no esté tan lleno, los restaurantes, cafés o bancos funcionan muy bien.
Estos puntos son muy importantes para los días de carrera, pero ¿qué hacer en los días de entrenamiento?
·       Los días de entrenamiento son más fáciles pero más pesados, no suele haber lugares a donde irse a pasear y el único entretenimiento puede ser el estéreo del auto, pero si disfrutas de la lectura, un buen libro puede hacer más amena la espera.
·       Lleva agua, los corredores terminan cansados y muy sedientos, un poco de agua siempre los pone de buen humor.


Estos consejos pueden ser de utilidad si son bien aplicados, tener un corredor en casa es una experiencia realmente divertida, la familia del corredor es vital para cada individuo, sin una familia que esté ahí para apoyar no habría runners ahí para correr.